Los lectores de tarjetas EC se pueden comprar (sin tarifa básica) o alquilar (con tarifa básica). La elección entre ambas opciones depende de la facturación de la tienda y de cuántos pagos con tarjeta se realizan.

Con la opción de adquirir un lector de tarjetas EC, los costes solo se generan al registrar los ingresos. Estas tarifas basadas en las ventas tienden a ser más caras: cuantas más ventas, más caras se vuelven. Además, los lectores de tarjetas móviles sin tarifa básica dependen de un segundo dispositivo porque solo leen la tarjeta y no procesan la transacción. Esto se hace a través de una aplicación mediante conexión Bluetooth en el teléfono inteligente o tableta. Estos dispositivos resultan ventajosos con unos ingresos mensuales de entre 1.500 y 2.000 euros. Si tienes una suma mayor, vale la pena alquilar un lector de tarjetas con una tarifa básica. Aquí, las tarifas variables también son significativamente más baratas.

Por otro lado, también depende de qué terminal quieras alquilar y por cuánto tiempo. Con los terminales SmartPay de LPPAY, cuanto más tiempo se alquile el lector de tarjetas EC, menores serán los costes de alquiler. El terminal inteligente también es más caro que el lector de tarjetas fijo. El terminal fijo Base Next cuesta 14,95 euros al mes por una duración de 48 meses. Con el mismo plazo, el Smartterminal A77 sin impresora cuesta 15,95 euros al mes, y el A920 con impresora de recibos está disponible por 22,95 euros al mes. También existe la opción de adquirir un lector de tarjetas EC: el paquete “Pay as you Go” de LPPAY incluye el Smartterminal A77. Con esta oferta, se eliminan tanto la tarifa de instalación como las tarifas de transacción. El paquete está disponible por un precio único de 159 euros.

Además, puede haber costes adicionales por configurar el pago con tarjeta:

– Costes de instalación
– Tarifas de transacción
– Tasa de tarjeta EC
– Compra de dispositivos adicionales como tabletas o teléfonos inteligentes
– Rollos de recibo